paraiso de sueños perdidos.....libro

Solo soy yo……….. Y mis pensamientos….






Un día cualquiera……..

Despertaron los duendes dormidos de mis pensamientos, aquellos viejos duendes que atormentaban mis sueños, que bailaban entre las sombras gigantes y los dormidos recuerdos.

Aquellos caminos empedrados que bordeaban el arroyo reseco una y otra vez atormentando mi mente con imágenes que luego se desvanecían entre las jaras y los mastranzos olorosos de la orilla del rio.

Como si yo estuviera al otro lado de la vida, en la línea donde el cielo se une con el mar, donde las estrellas tienen su manantial de luz, o el viento su partitura musical, donde la vereda a seguir forma parte del mismo caminar, pero yo no estoy,

Me perdí, en algún momento me perdí, y todo siguió sin mí

Se desvanecieron los sueños y las fantasías que florecieron en un lejano tiempo como florecen las rosas en un bonito rosal, se durmieron en esos amaneceres de blancas mañanas que tímidas y en silencio entraban por mi vieja ventana, cuando el corazón abre el ritmo del latir, al ritmo que le impone un tiempo que ha de pasar con él.

Este lado de la vida, donde las realidades cumplen siempre con su deber, el amanecer es el morir de la luna y el atardecer el ocaso del sol que se ve, y yo en medio de todo sin ser, sin cuerpo ni entender.

Mi cuerpo que obedece las ordenes sin rechistar de mi mente soberana, en guerra abierta con los protectores de mi alma, ese cuerpo que lleva y transporta mi vida colgada de sus miedos que cierra con llave cada noche a mi espíritu para que no se escape, que lo ciega para que no vea, que le ata con las cadenas de la culpa de la locura de la incertidumbre, como un ángel negro que en las noches coge su espada y vigila atentamente, así lo guarda entre sus garras.

Llora tristemente mi alma enjaulada, desconsolada se queda dormida en brazos tiernos de las nostalgias.

Pero el otro lado de la vida la espera como cada noche en el mismo lugar donde el cielo se une con el mar, allí sale a jugar, a vivir despertando a los sentidos dormidos a las sensaciones para que bailen con ella la hermosa melodía de la libertad.

Se desnuda, se descalza y camina, sintiendo a su alrededor el ritmo frenético del vivir, del sentir. Las lágrimas fluyen como una catarata sin control sin prisas con calma, su libertad es la liberación, la paz, cada gota es una sensación que no quiere evitar.

Luego, nada en ese lago azul que formo la catarata de lágrimas y duerme abrazada por sus aguas, mecida por esas pequeñas olas que forma el viento al acariciarlas, duerme con la dulzura dibujada en su sonrisa de paz,

Una noche más…………el alba a pequeñas ráfagas volvió como cada mañana a mi cama atrapando a mi alma, mi mente despertó a la realidad encerrándola de nuevo en su jaula.

Mis ojos abiertos ahora ven la claridad y todo lo que me rodea cobra su propia vida.

Buenos días mañana… buenos días cuerpo….hasta luego alma….

Regresó, este pasar de nuestro tiempo que nunca deja de jugar su vieja partida con la vida, sobre ese gran tablero del mundo, con fichas de humanidades, que se mueven con pasos rápidos al ritmo monótono del latir del viejo reloj, como un corazón que no puede parar.

Y sigue y sigue con su palpitante son. Con su respirar. Con su vagar.

Las 9 de la mañana, caray que tarde, vamos ángeles levántate.

Una sonrisa traviesa se dibuja en mis labios con el recuerdo de la escapada de mi espíritu en las horas brujas del tiempo muerto.

Me pregunto quizás mi realidad este en mi fantasía, y no mi fantasía en mi realidad, quizás la locura sea eso, el no saber cuál es la verdad del vivir, si al sentir soy feliz quizás debería quedarme allí.

Me rio de mi misma,

Me levanto, me visto mecánicamente porque me da igual lo que me pongo, para mí no tiene ninguna importancia, la ropa solo es ropa, cualquier trapo vale, jajajajaj si se pudieran oír mis pensamientos creo que me tacharían directamente de loca, jajajajaja, pero si supieran que eso tampoco me importa nada, dirían que el caso ya no tiene remedio jajajaja.

Ya tengo fama de rarita, quizás tengan razón, pero sigue sin importarme.

Bueno ángeles ponte las pilas y que sean alcalinas, el trabajo te espera y tienes mucho que hacer… la cama el lavabo la lavadora el lavavajillas, el polvo, jajaj y no me refiero a ese, sino al de los muebles, jajajaj. Ese hace mucho que lo tengo olvidado.

Como cada día casi llego tarde al autobús, lo cojo por los pelos. Y eso que me paso media vida en él, porque tardo una hora y media en llegar a mi destino diario de trabajo, aunque ya no me parece tanto, después de diez y ocho años.

Me encantan mis viajes, en ellos hago de todo, puedo pensar a mis anchas, puedo observar a la gente, puedo leer y escribir, o simplemente escapar de todo, evadirme de mi misma y mis realidades, eso es lo que me apetece hoy, cerrar mis ojos, escapar………….y eso hago, me dejo llevar por mi espíritu me abandono a él…lo sigo.

Ahora solo sé que me veo fuera de mi que no tengo cuerpo, que bien me siento, es como si mi espíritu cogiera las riendas de mi ser, obligándome a caminar, por un camino nacido de la nada, un bello camino de luz, donde mis huellas no se quedan grabadas, y las plantas tienen un color especial dorado y brillante. El viento se oye a lo lejos como una hermosa canción de amor, era hermoso.

La melodía de una guitarra parecía salir de alguna parte, cada vez se oía más fuerte, me llamaba, o ¿era el viento? no se pero me encantaba. Que bello paisaje ante mis ojos, y que paz se respiraba, era como si solo estuviera yo en un mundo irreal. Si era un sueño no querría despertar nunca, si era un simple pensamiento, pues era un pensamiento maravilloso que serbia de puente entre mi alma y mi mente.

Me dejo llevar por esa sensación, parecía que mis pies caminaran sobre nubes blancas de algodón, deslizándome por el camino que surgió de la nada y que iluminaba dulcemente un rayo de luna dorada, me sentía abrazada,

Unas campanas se oían a lo lejos invitándome a seguir su son, me sentí llevada por una fuerza invisible pero enérgica y convincente, no sé si mi cuerpo arrastraba a mi mente, o era mi alma la que llevaba a mi cuerpo, no me importaba en absoluto solo me gustaba dejarme llevar me sentía bien en ese estado.

Mi espíritu manejaba y manipulaba todo a su antojo. Yo no existía mi cuerpo no estaba, sentía como mi alma reía dentro de mí, era feliz.

Su felicidad me embriagaba de paz. El tiempo se había parado.

La guitarra seguía sonando a mi alrededor, cada vez con mayor intensidad, parecía un concierto para los mismos ángeles, a lo mejor me había muerto y estaba en el paraíso jajajaja tampoco me importaba gran cosa.

Un frenazo inoportuno me volvió a la realidad, el autobús había tenido que frenar ante un semáforo que cambio de golpe el color naranja por el rojo, joo que pena, miro a mi alrededor todo el mundo tiene algo que decir del hecho, cada uno su versión de la realidad, aunque ninguna es igual como sucede siempre.

Aun me falta un ratito para llegar, me da tiempo a escribir uno de mis poemas, sonrió por ese pensamiento que me inunda de paz, ese paraíso secreto que me aísla del mundo y que es mío únicamente mío.

Saco de mi viejo bolso mi libreta y uno de mis bolígrafos con punta fina, aunque a mí me encantan las plumas pero en el autobús no es muy práctico escribir con ellas. Pienso mientras meto en la boca la punta del boli y llega rápida la inspiración como siempre, escribo, me dejo guiar por las musas.



Llegaban silenciosas las horas al camino,

Como cantos rodados jugando a ser viento,

Escondiendo sus alas entre arbusto resecos,

En las sombra de la encrucijada y los recovecos,

No había nada, todo era un remanso placentero,

Vacios rellenos por dentro, de viejos suspiros muertos,

Agonizantes sentimientos, de almas que desaparecieron,

En el pozo negro...

La vida no era más que el movimiento de los pasos lentos,

Entre el polvo del camino más recto,

no llegaba más allá de un pensamiento reseco,

no tenía más que viejos recuerdos,

Una fuente y un riachuelo....y en la noche,

Bajo la luna llena, el cantar de los silencios.....

Maldito tiempo sin vida, que navega a sus anchas,

Por el mar de tus adentros, ahogando tus secretos,

Y tus deseos, dejando que la lluvia moje y borre,

Las huellas de tus sensaciones,

En el último rincón de tus emociones.......



No leo lo que escribo no me gusta,

Bueno ya casi he llegado a mi destino, cierro mi libreta y la meto de nuevo en el viejo bolso, aun me queda enlazar con otro autobús y debo darme prisa si pierdo uno ya llegaría tarde, sonrió para mis adentros.

Apresuro el paso, esta lloviznando, el semáforo esta verde.

Miro mi tarjeta, como soy un despiste igual se me ha terminado y no me di cuenta, que desastre.

Tengo viajes aún.

Hola buenos días, saludo como cada mañana al señor conductor, creo que es el mismo de ayer, aunque no estoy segura, soy muy mala fisonomista, bueno no se si se dice así pero así lo digo yo.

Bueno hoy por lo menos llegare a tiempo, ya nos vamos.

Miro a mi alrededor la gente como siempre va ensimismada en sus pensamientos con la expresión de ausencia de todo, como yo.

Cierro un momento mis ojos, no es un buen día.

Me siento atrapada dentro de mi propio yo, dentro de mi sentir, en el enredo diario de los pensamientos, que se disparan y se esparcen por toda mi mente, como en el anochecer se extienden las estrellas, que ponen un poco de luz en ese firmamento que nos cubre y que se agranda con las sombras de la noche, atrapada como un pequeño pajarillo en una jaula, dentro de mi, sola con mi corazón. Atrapada, como la luna que queda prisionera en el arroyo claro, o, esa rosa en el florero que adorna el rincón del salón, o, ese pez tonto e ignorante que se quedo atrapado en la red, como una mosca golosa en la miel.

Una prisión sin barrotes ni ventanas ni puertas, que no tiene principio ni final, deseos y sueños que no tienen realidad.

Me debato entre dudas e imperfecciones, devaneos, tristezas, nostalgias, sueños recuerdos y un largo etcétera, jooo que cacao mental no?

Estoy encadenada a mis decisiones, pero como las dudas tienen su nido en mí pues como decidir….

Bueno como tengo mucho rato de viaje, lo aprovechare para escribir mi artículo para la revista, veamos lo titulare (¿valores humanos?) si me gusta. Escribo con letra un poco movida.

Es, esa verdad que hace llorar a los ángeles de la libertad, que hace que rompan los viejos peldaños de la escalera de la vida, en esa verdad de los valores, de los sueños sin realidad, sin valor real. Integridades que pasean desnudas por entre la humanidad, llorando su decadencia de ocaso mortal, encontrar almas para engendrar esa verdad, para parir en paz.

Quedó atrapada en algún rincón del corazón, tapiada y tirada como un viejo y roto jarrón, ¿por la modernidad?, quizás atormentada por la falsedad; poderosa señora, cruel y despiadada, con falsos principios y sin final. Siguen llorando desconsolados los ángeles de la libertad, ¿por esa misma verdad?, viejos ideales desaparecidos en eternos combates, fríos, enmarañados y poco limpios, falsos tratos de falsos principios en lujosos despachos con palabras claves y manos blancas con espadas de empuñaduras de plata, que descansan en peanas doradas.

Buitres carroñeros de reglamentos en estado avanzado de gestación, practicando su obra de teatro como títeres con cuerda a golpes del reloj, tic tac, tic tac.

Integridad maltrecha, herida, abandonada a un lado del camino en la cuneta, sobre huellas que no se ven y hojarasca reseca, de sentimientos llorados, y pisados por otros pies y otras manos, que fueron manipulados, dejando su sangre en luchas y combates, por aquellos amados ideales de paz, justicia y verdad, (aquella verdad), por la que siguen llorando los ángeles de la libertad.

Sueños olvidados de sagrados valores humanos, ahora lavados y desteñidos en cajones de metal con doble candado, que no se abrirán jamás…..tic tac, tic tac…..

Pobrecita humanidad, que grita en las sombras de la noche oscura, como lastimera inocencia ultrajada por la violencia y la crueldad que patrullan por las calles de asfalto contaminado por odios malsanos, capturando las melancolías y las soledades en rebeldía que, escondidas, suspiran viendo como mueren las tímidas sonrisas entre las irritantes prisas. Lobos disfrazados de margaritas, con dentelladas de poder (entre caricias), ¿solidaridad?, ¿otra verdad?

De viejos valores. De las soluciones durmiendo en una realidad de sueños, de los soñadores de justicias y libertad, tic tac…….

Amadas por los poetas que miraron y siguen mirando a través de aquellas ventanas sin vistas al mar. Dulces y tiernas manos de colores unidas por los lazos de palabras y sentir, en el luchar, miradas profundas de comunicación, que dicen tanto sin decir nada, sin decir no, ni nunca, ni jamás, sin preguntas ni adiós. Besos con sonrisas y suspiros rellenos de amor, llevados a través del viento hacia destinos lejanos y necesitados, que son esperados igual que los campos esperan el agua de mayo. Besos que fueron inspirados en el mismo manantial de los pozos profundos del alma y sus mentes de lágrimas lloradas por nubes blancas, transparentes, de cristal. Silencios con abrazos en las distancias y vacios de tiempo…

Huellas de recuerdos de aquellos anodinos seres con fríos sufrimientos, de ojos resecos, piel curtida y sentimientos muertos. Vidas sin vivir, porque se retorcieron los caminos y se cubrieron de miedos.

Solidaridad de las palabras. ¿Otra vez esa verdad?.......tic tac.

Minutos del presente que es pasado en el minuto siguiente, el reloj de la cuenta atrás, (del final). Arenas movedizas que atrapan ángeles de metal, peanas de barro con bases doradas y tronos de cristal, resquebrajadas por esa libertad falsa de falsas palabras, de quijadas que no llegan a ningún lugar, porque no dicen nada. Porque se escapan antes por las rendijas de las necedades de las sociedades de las manos enguantadas, con finos y armoniosos tratos, en viejos mausoleos decorados.

Falsedades de abrazos con golpes de pecho y rezos a dioses falsos.

Ideologías de fanatismos consumistas, de mentes débiles y cuerpos comprados con los bonos de la fe,

Espectáculos grotescos de fantasmas y dragones, devorando mentalidades creadas por cuestiones de poder y saber; mientras siguen jugando en el viejo tablero del mundo su eterna partida el tiempo y la vida con la humanidad, peones que mueven a su antojo con los poderes de la vanidad….tic tac.

Yo, desde mi rincón de ningún lugar, veo morir a la sencillez, envuelta en soledad, mientras enterramos a los ideales, las creencias y la antigua fe.

En este nuestro guion de teatro de la vida, donde se hacen se dicen y se establecen, todos los momentos y las vivencias de actores y actrices, de seres que se mueven por el escenario del mundo, representando cada uno el papel que le han asignado, en el reparto de esa vida que llevamos y que le ha tocado a su propio ser, ser su propio yo.

Tras el telón, el drama humano clama venganza, mientras la justicia persigue implacable a la violencia, que consigue escapar otra vez, más y con mayor libertad.

El dinero se mueve tras el telón en escenas de paz envueltas en tiranía, podredumbre y suciedad, mientras tanto en el escenario una alma llora su melancolía y soledad, atormentado corazón en el desamor que el silencio suspira por esa pobre y perdida ilusión.

Más allá, en otro rincón, otra vida en manos y sueños de otro actor que arrastra implacable el tiempo perdido en manos del viejo e imparable reloj que vuelve a seguir el camino del trazado y maldito guion, en el viejo escenario de esta nuestra vida de actor.

La muerte, a veces pone fin a una escena vivida, y alcanza feliz el aplauso de la humanidad mas sufrida, que queda para felicitar esa obra que llega ya su terrible y temido final. Pero solo era eso, un actor más en una obra más que seguía su guion de la vida en su etapa de cierre de telón fatal.

Teatro, teatro, el mundo es nuestro escenario, comedias, dramas, violencias, guerras, emociones, melancolías, penas de amores, tristezas e investigaciones. Una obra con mil actores basada en mil huellas dejadas por otros mil actores.

Y a ti amigo actor, ¿Qué obra te toco representar?, ¿Qué papel te dieron? Procura que siempre sea basado en la más hermosa felicidad. Así abras tenido suerte en tu papel, cuando llegue el desenlace final, que será seguramente con paz y libertad.

Eso espero que pueda ser, porque yo…. sigo oyendo a mi alrededor.

La jauría humana de duros perros de metal, husmeando en la vieja miseria y maltrecha integridad, supervisando aquellos corazones que, dolidos quedan vulnerables a la zarpa de un estudiado razonamiento amable. Corazones que perdieron su caminar sereno, quedando en la cuneta, a merced de los buitres carroñeros. Yo tengo miedo, miedo a que mi espíritu no alcance la fuerza suficiente o se sienta aventurero. Miedo al vacío del tiempo, a la codicia que mueve al cuerpo, a que se duerma mi alma en cualquier viejo recuerdo, y puedan llegar hasta mi los perros con sus nuevos collares y su razonamiento amable y ladren entre mentiras, ladren a mi mente vulnerable y giren, como lobos hambrientos alrededor de la nobleza y la sencillez, hasta llegar con sus garras de poder hasta el alma, que, triste y sola, no alcanzo la madurez. Águilas de rapiña que buscan polluelos, para no tener que luchar contra los recelos de la humanidad.

Yo sigo teniendo miedo, miedo a que mi sensatez se debilite y pierda su fe, a no poder reconocer la verdad, la honradez, el orgullo, el amor, ni la integridad, miedo, a perder mi libertad. (Por eso abro mi guerra particular, a esa jauría humana de duros perros de metal, porque mi libertad no está en venta ni se puede coaccionar)………..fin.



Bueno no sé cómo me abra quedado el articulo no me da tiempo a repasarlo el autobús está a punto de llegar a mi parada, lo repasare en casa tranquilamente.

Es la una y veinte, solo me quedan diez minutos para cambiarme y ponerme a trabajar, hay mucha faena, entro con paso ligero saludando a todos entre bromas y risas como siempre. En el vestuario ya no hay nadie, me apresuro y salgo, un día más hay faena por todas partes, ya no tengo tiempo de nada más.

Sobre las cuatro me preparo para recogerlo todo y hacer el café que tomamos todos juntos en el comedor es el ratito de descanso. Luego nos apresuramos a terminar la cena de los colegiales, son casi 400 y todo tiene que estar en su lugar a tiempo.

A las siete paramos una hora para cenar, antes de abrir el comedor ya todo está listo.

Ceno rápido y me siento en el sofá, cierro mis ojos y dejo que mis pensamientos sean libres por un ratito.

Enseguida oigo la música que me llama. Como un coro de ángeles, y yo voy.

Me encuentro de nuevo en el camino, a la orilla del riachuelo.

Que belleza ante mis ojos, que paz, el tiempo parece que se ha detenido, o quizás ese sea mi deseo.

Era extraño, pero al mismo tiempo no lo era, era mi mente que vagaba por todas partes a la velocidad del rayo, para estar a la altura de las circunstancia, del momento, aunque mis pensamientos eran un caos imposible de detener.

Como si el manantial de las ideas se hubiera desbordado y no encontrara su cauce ¿me estaría volviendo loca?, ¿seria eso la locura?, era lo único coherente que podía descifrar entre tanta contradicción.

Y si de verdad se trataba de la locura ¿Por qué no me asustaba?, ¿Por qué no tenía miedo? ¿Porque caminaba por aquel camino tan tranquila con tanta paz?, parecía como si eso fuera lo que tenía que hacer.

Tal vez es verdad aquello de que todo depende de los ojos con que lo mires.

Yo miraba con la serenidad del alma, las mariposas que revoloteaban alrededor de una flor, las hojas de los arboles que se mecían con el viento como si bailaran para mis ojos.

Descalza pisaba sobre la alfombra de hojas resecas y doradas que parecía que había sido puesta para mí.

Era como una pincelada de amarillos y marrones, sobre un paisaje que llegaba a mi mente a través de mis sensaciones.

Las notas de la guitarra permanecían a lo lejos poniendo en el viento una melodía con tanto sentimiento que dos lagrimas rebeldes se asomaron a mis ojos, y se deslizaron por mi cara, dejando un rastro húmedo, que me decía que estaba viva, como si el manantial que permanecía en mi interior se desbordara, me gustaba sentir esa sensación. Sonreí….

El sol se filtraba por entre las ramas para acariciarme.

El susurro del agua, llamo mi atención, eran cristalinas parecían venir de la misma montaña, bordeaban unas rocas cubiertas de hiedra que trepaba hasta casi la mitad de un enorme roble, parecía complacido de su audacia y osadía, de tenerla como vestido, creo que se sentía importante y la cuidaba con mucho mimo,

Sentí un poquito de envidia, me hubiera gustado ser esa hiedra trepadora en ese hermoso árbol y ser protegida por esas ramas que parecían acariciarla.

Las lagrimas seguían brotando de mis ojos, aunque no eran de tristeza, por el contrario me sentía alegre, todo parecía llenarme como nunca me había llenado nada, por eso las dejaba correr con toda libertad, liberaban mi alma.

Igual que el riachuelo cristalino, con la misma pureza y la misma fuerza con el impulso vivo de mis pensamientos me deje llevar hacia el que parecía llamarme con su rumor.

Metí mis pies descalzos en esas aguas tranparentes, salpicando mí cuerpo con sus gotas, era como si penetran hasta mi corazón a través de los poros de mi piel.

A mi lado dos palomas bebían ajenas por completo de mi, metían su pico en el agua y se salpicaban mutuamente, seguramente serian un parejita porque parecían muy felices. Sonreí era tan bonito verlas.

Seguía oyendo a lo lejos la música de una guitarra, aunque ahora se oía más clara y un poquito más fuerte, pensé que no debía estar muy lejos quien la tocaba, no recordaba haber escuchado nunca esa melodía, ¿quien la tocaría?..

Había un olor especial, olía como si se hubiesen mezclados un montón de flores, caray, sabía que estaba soñando pero todo era tan hermoso que no me importaría no despertar nunca, pero…….

Algo me sacudía el brazo, abrí los ojos, era mi compañera, había acabado mi hora de cenar, teníamos que volver al trabajo, que rabia, aunque llevaba la sonrisa puesta, había que dar de comer a los comensales del colegio, para eso me pagaban….

Ángeles, siempre andas en las musarañas, vamos que hay mucho que hacer,

Mientras trabajas a ese ritmo todo pasa muy rápido no tienes tiempo ni para ir al lavabo.

Llegan las diez sin apenas enterarme, recojo todo, acabo de poner en orden las cosas que quedaban y me voy al vestuario para cambiarme y salir corriendo tengo unos minutos nada más para coger el autobús que me llevara al otro autobús, como cada día, una carrera más.

Mereció la pena, lo cogí, me siento después de pasar la tarjeta por la maquinita y me relajo dejándome llevar por mis pensamientos. Sin darme cuenta se me escapa un suspiro bastante ruidoso que hace que la gente que va en el autobús me mire unos segundos. Sonrió, me gustaría saber que piensan en esos momentos, aunque la verdad tampoco me importa gran cosa. Cierro mis ojos, tal vez encuentre de nuevo en mis pensamientos el camino, ese camino que nació conmigo, no sé si llamarlo destino o locura o sueño, pero creo que siempre lo reconocí. Una senda por donde caminar serena y tranquila.

Como siempre hay poca gente, ocupo el mismo sitio de todas la noches, el primero a la derecha, saco mi libreta, me encanta escribir, emborronar las hojas en blanco, pintar las palabras con los colores del arco iris, dejar en libertad los sentimientos más profundos, plasmar a través de mis dedos mis pensamientos, conseguir que las cosas más bellas puedan ser vistas o sentidas por las personas que no ven. Que el olor de las flores pueda llegar a todas partes, y las caricias al ser leídas puedan ser sentidas por los ojos que leen mis palabras, que puedan percibir la ternura, el romanticismo y el amor. A veces cuando me ven escribir en el autobús, sienten la curiosidad y me miran de reojos, sonrío, y bajo la cabeza.

Utilizas mil palabras, y no logras decir nada,

Utilizas un silencio a través de una mirada

Y se encienden las emociones del alma,

Porque a veces el silencio dice más que mil palabras,

Cuando habla el pensamiento dentro

De esa mirada,

En los ojos al mirar, queda transparente el agua

Del manantial de las calmas…….que aman,

Sin utilizar palabras, hablan,

Sentimientos escondidos muy a dentro,

Que puede negar la boca, y confirmar el silencio,

Levanto mi mirada del papel, nunca sé lo que escribo, solo soy el instrumento de mis sentimientos, en los momentos cruciales que ellos imponen a mis pensamientos, ordenes que reciben mis dedos.

Ya casi he llegado queda una parada, me preparo para bajar, busco las llaves, y me pongo en la puerta esperando que la abra….

Son casi las doce de la noche y estoy cansada, todo está en silencio, solo se oye la televisión, que me dejan encendida y una pequeña luz en el rincón del comedor, todos duermen, se levantan muy temprano, ya sea para estudiar o para trabajar, es la hora bruja en la que me encanta estar, oír a mi propio silencio, dejarme abrazar por la soledad, que fielmente me espera. Un suspiro se me escapa del alma.

Hago los bocadillos del día siguiente escuchando los ruidos que salen de la televisión, aunque no les presto ninguna atención.

Siempre es lo mismo, el viejo consumismo de siempre que arrastra a los seres humanos por esos caminos del tener, del ser del aparentar, como una droga invisible que mueve los deseos hacia lo que ves. Hacia lo que quieren que veas unos pocos, que juegan con nosotros y con nuestras vidas como ellos quieren, poniendo en nuestros ojos lo que nuestros ojos quieren ver, en nuestros oídos lo que nuestros oídos desean escuchar, somos, como esas ovejas que esperan en el redil a ser esquiladas, esperando su turno para ser desposeídas de su lana. Entramos en su juego sin esfuerzo alguno, agradecidos de que se nos tenga en cuenta, de que se acuerden de nosotros, ilusos, juegan con nosotros con su propio juego de consumo, son los mismo de siempre, al acecho de todo, ofreciendo a los ojos de las ovejas lo moderno, lo llamativo lo útil más bello y más necesario. Caemos en sus redes una y otra vez, la trampa se cierra con nosotros dentro, nos hincan los dientes con una palmadita en la espalda y muchas palabras elogiosas con bocas sibilinas. Mientras ellos ríen de lo buenos que son, intercambiando impresiones y dineros en lujosos despachos de oficinas del centro, destrozándose a dentelladlas como lobos hambrientos de poder.

Sonrió para mis adentros, mira que llegamos a ser estúpidos.

Admiramos la hipocresía como admiramos el dinero, por su brillo, vivir feliz porque tu jaula es de oro y diamantes, aunque por las rendijas no pueda verse el sol del amanecer o no pueda entrar el sonido mañanero del piar alegre de los pajaritos, o la lluvia no tintinee en el cristal de la ventana.

Dependientes de todo lo que vemos y oímos, estamos listos para ejecutar las órdenes que amablemente nos pasan. Y las ovejas son esquiladas una y otra vez. Qué asco de sociedad a las ordenes del consumo…

Estoy cansada y la soledad pesa sobre mí, esa misma soledad que se ha convertido en mi mejor amiga, que me agarra de la mano y me lleva lejos del pozo negro de la indiferencia que a veces se encuentra tan cerca que puedo ver su interior, sus remolinos que atraen como el imán a los corazones y las almas tristes, desorientadas, cansadas, decepcionadas.

Miro a mi alrededor, todo está en silencio, solo se oye el susurro de la televisión, es un momento mágico para mi, cierro los ojos y se golpean en mi mente los pensamientos palabras y palabras que lo llenan todo como una tormenta que amenaza con desbordar los ríos si no se la para y solo conozco una forma de hacerlo, tengo que escribirlo todo, dejar que mi mente hable a través de mis dedos o tendré que dar rienda suelta a la catarata de mis ojos, dejando que descargue la tormenta sobre mi cara hasta el final, aunque yo prefiero escribir.

Se me escapa un suspiro, últimamente la nostalgia y los recuerdos me atacan con todas sus fuerzas, me agrada dejarme llevar por ellos. Me hacen ver la vida del tiempo transcurrido de la decisiones y los errores que he tenido que tomar o cometer, para llegar a la orilla del camino donde me encuentro ahora, ¿Qué habría pasado si en vez de tomar una decisión hubiera tomado otra?, ¿seguiría todo igual?, tal vez el destino es vulnerable y lo cambiamos nosotros mismos cada vez que decidimos algo, o acaso esta todo escrito como se dice en algunos sectores, y pase lo que pase no cambia nunca. Porque si nace con nosotros al nacer, si nos va marcando el camino a seguir, ¿si es así?, ¿estaremos esclavizados de por vida?, somos entonces marionetas en sus manos, jajajaaj ¿pero en manos de quién?....creo que no me importa en absoluto, en estos momentos solo necesito un abrazo de oso tierno, juntar mis manos con la dulzura de otras manos, acariciar y ser acariciada, apretarme entre los brazos de otro ser humano, sintiendo los latidos fundidos de los dos corazones, hasta que las energías se confundan y seamos uno solo, con un solo corazón, con un solo latir. Todo está en silencio apago el televisor y busco en mis recuerdos a mi viejo amigo el ángel del silencio...

Me hallo al amanecer, de una mañana gris

El frio atenaza mis sentidos,

Mientras en mis ojos se desborda impecable,

El manantial de mi interior, una sonrisa vacía,

Lucha por salir al exterior de mis labios,

Como una escena típica de teatro, de escenario,

El ángel del silencio me gano la partida en paz,

Yo sigo jugando, buscando viejos aliados,

Que se revisten de amistad, veo sus sombras

Alejándose deprisa, pisando mis huellas,

Sobre ese asfalto duro de primaveras pasadas

Me quede sola……..no quedo nada.

Yo, susurrando al viento con las palabras mudas,

El corazón lleno de sentimiento, esperando siempre esperando

Poder abrazar a mi ángel del silencio,

El, me mira triste y emocionado,

Envuelto en su hado que forma mi soledad,

Con ese frio de los pensamientos callado o muertos,

Sonrió, me miro en el espejo imaginario del tiempo,

Y lo veo todo como se ve en los sueños,

Con la sonrisa puesta y el corazón abierto.



Dejo el bolígrafo, me estoy quedando dormida sobre mi vieja libreta así que la cierro muy lentamente, entre las anillas pongo el bolígrafo enganchado en el alambre, y me recuesto en los cojines del sofá. Cierro los ojos y me dejo llevar por el sopor del reparable y necesario sueño.

Sonrio, porque siempre se lo que soñar, llueve, y no sé porque, tal vez en los sueños y las fantasías también juega la naturaleza, o tal vez la metes tu mismo en tus deseos. Si, (eso debe ser). Que la amo tanto que me acompaña siempre, la siento, siento las gotas de agua sobre mi piel es maravilloso, camino despacio no tengo prisa, dejo que el agua resbale por mi cuerpo como una caricia una sensación que deseo sentir.

Como tengo los ojos cerrados no he visto llagar a nadie, hasta que he sentido una mano en mi mano, abrí los ojos y la vi, era ella, aquella niña que salía en mis sueños en medio de los trigales, cogiendo amapolas, siempre la reconocí, porque era yo misma, en aquel pasado que me toco vivir. ¿Porque estaba allí precisamente ahora?, en el mismo campo, vi su carita triste, su triste mirada, entre esos trigales que se mecian con el viento mientras el sol ponía un color inmenso y dorado sobre ellos, en medio se veian pequeños grupos de amapolas de un rojo intenso, aquí y allá, protegiendo y siendo protegidas por el mismo trigal, que ajeno a todo se mecia sereno.

¿Qué quieres?, ¿Por qué estás aquí? ¿Como has traspasado la barrera del tiempo?

-porque en tu realidad te olvidaste de mi, de mis sueños,-no regresaste al rincón de tus recuerdos-me olvidaste en tu vieja libreta, como a tus poemas y a tus cartas de entonces, aquellas cartas raídas que tanto me gustaban, cuando jugaba con la soledad, cuando me ocultaba en el viejo pajar para escribir o leer los libros que caían en mis manos, porque en aquel entonces estaba muy mal visto leer o escribir, cuando tenias que coser o bordar, fregar o lavar.

-pero eso era lo que había-

-tu ahora eres libre para hacerlo, yo me escondía -adoraba escribir-¿recuerdas las viejas leyendas de la familia?-

-si claro, las que contaba la abuela-

Yo quería escribirlas todas, pero nunca pude hacerlo, me convertí en lo que ahora eres tú, una persona anodina, que se quedó con sus viejos sueños en la cuneta del camino, me abandonaste allí, te dije adiós sentada en una roca al lado de la deteriorada carretera comarcal. Con lagrimas en los ojos, te alejaste con pasito corto y caminar cansado, con la vieja maleta llena de ilusiones, esperanzas, sueños, deseos, vi desde donde estaba sentada como le salían alas a tus pensamientos, vi al viento empujarte, y vi también como abandonabas también la maleta un poquito más allá de donde yo estaba, yo la recogí para devolvértela algún día.-

-dámela ahora, la necesito-

-no puedo ahora no es el momento adecuado, tendrás que apañarte sin ella, recuerda donde la perdiste y regresa para recogerla- tus deseos de paz y libertad están a salvo en mi todavía-

-pero esos no los perdí, siguen en mi- me ayudan en mi día a día en mis luchas, me acompañan en mi avanzar por el camino del tiempo.

-¿y los viejos rencores que arrinconabas entre odios y tristezas, dudas y sombras?, ¿y las murallas que construiste entre tu interior y la sociedad?

-recuerdo mis desilusiones, después de mis ilusiones- si-

-y huyo tu alma lejos construyendo su propia jaula-

- pero recuerda que se libero un tiempo después, no podía estár encerrada, tenía que ser libre a pesar de todo, tenía que hacerse cargo de nuevo de mis pensamientos, volver a encontrarse cara a cara con mis sentimientos. Recuerdos, acuden a mi mente como remolinos llevados por el viento…

Huellas dejadas en un camino paralelo al mío, veredas que se cruzan con la mía en algún lugar, en cualquier lugar, involucrándome en sus pasos, en sus palabras, en sus hechos, arrastrándome a sus realidades, entre sus sombras, sus miedos, y sus vacios, esos espacios vacios que solo yo veía y que quedaron en mi gravados sobre mi piel.

Incertidumbres al futuro, dictaduras de poder que movían los hilos de los titeres, quizás desconocían otro modo de moverse y si lo conocían no se atrevían a utilizarlo y al final era mejor seguir con las normas impuestas, sordos y mudos a las sensaciones del ser.

A veces el olor a alcohol impregnaba todo, emanando de un cuerpo, me hablaban de miedos, dudas, fracasos, miseria y deberes muchos deberes (pero no derechos), obligaciones que saturaban las mentes y los cuerpos sin dar cabida a nada más, ecepto de vez en cuando a la agresividad, a la incomprensión sin maldad, a la pasión sin ternura. Las pequeñas dictaduras, dictaminaban las pequeñas normas de la felicidad, más deseada y creída, eso era lo que había, y eso era mi protesta y mi rebeldía. Eso era lo que llenaba mi espíritu de los deseos de libertad, de los sueños con paraíso secretos y ángeles de los silencios, de las calmas… mi corazón se desbordaba de anhelos y mi alma de fuerza….

-así me abandonaste a un lado del camino-

-si, es verdad, perdóname te abandone junto con mis obligaciones, mis deberes, mi hipocresía del ser, y del si a todo. Abrace mi rebeldía con las lágrimas de la impotencia y la inseguridad del camino. Cansada, triste, sola. Descalza, dejando que mis huellas sobre ese camino incierto se borraran tras de mi, por la misma tierra y las mismas piedras, creando el barro suficiente para que en las primaveras venideras crezcan las hiedras que cubran con su verdor la desnudez de mis pies.

Pero no paso así.,

-bueno tengo que irme, ya no me necesitas, sé que estoy en ti, que sigo en ti, que duermo en ese rincón de tu corazón donde debo estar, que sigo viva en tus recuerdos, gracias por no tirarme al pozo negro del olvido.

-nunca haría eso, yo te necesito allí donde estés, porque sin ti no estaría completa- ha sido muy hermoso verte.

Abrí los ojos, mire el reloj que está en el pistache del mueble, las dos de la mañana, caray que tarde, tengo que irme a dormir, apago el televisor y la luz del comedor, y entro en el lavabo, para lavarme los dientes, no tengo ganas de ducharme, lo hare por la mañana, mientras lo hago pienso en mi misma de niña, en mis sentimientos de entonces, creo que interiormente no ha cambiado nada. Mi alma sigue siendo el motor de mi vida aunque mi mente proteste a cada minuto que pasa. Mi guerra interior sigue con su partida de poder.

Despacio y en silencio me meto en la cama, todos duerme, mi marido a mi lado respira acompasadamente, está profundamente dormido, no quiero hacer ningún movimiento para no despertarlo, mañana tiene que madrugar, rezo mis oraciones y le hablo a dios de todas mis melancolías, mis penas mis soledades, aunque el naturalmente nunca responde y si lo hace no le oigo, y si lo oigo nunca lo entiendo… cierro de nuevo mis ojos y sonrio esta noche me siento un poquito feliz, tal vez mi encuentro con mi niñez haya sido algo muy positivo en mi vida de ahora.

Estoy de nuevo en el camino. Mi camino ese tan hermoso que recorro cada vez que mis ojos se cierran, la música que dulcemente me acompaña siempre, no tarda en oírse, es mi ángel del silencio, se llama Zoor, le puse el nombre cuando lo soñé la primera vez, es el guardián del paraíso de los sueños perdidos, mi paraíso secreto. Su guitarra es el instrumento más bello del mundo, y la música que sale de sus dedos es sonido de las sensaciones más hermosas que se pueden sentir. Son los sonidos de los sentidos, de la naturaleza de las almas de los espíritus libres…. Allí se encuentra la fuente de los deseos, de la serenidad.

-ábreme Zoor, estoy aquí-

-ya lo sé, te esperaba, entra-

De repente parece que mi cuerpo y mi alma se han unido, por mi boca salen palabras y palabras que no puedo detener, zoor se ríe, y yo sigo hablando y hablando, veo como tintinean las llaves de esa puerta gigantesca en sus manos con la luz de la luna parecen brillar. Le cuento todo lo que me ha pasado.

-hice daño a mi niñez-

No, no le hiciste daño, la liberaste –

-la mate-

Las lágrimas llenaron mis ojos dulcemente.

-De esa niñez nació una adolescente valiente y luchadora, que siguió adelante siempre, aunque las piedras del camino fueran muy altas y muy duras.- sigo llorando lenta y dulcemente me hace mucho bien, siento el abrazo tierno de zoor que llena mi alma de paz. Me dejo llevar, todo es tan bello tan bello que me gustaría desaparecer o dormir y no despertar nunca….. Mis pensamientos se funden con el viento en completa armonía con la naturaleza. Cojo su mano cálida y andamos por ese camino que llega hasta las estrellas, junto a esa luna que cada noche puede oír los suspiros de todas las almas solitarias. De las que aman y de las que sufren,

Entre las nubes vemos caminar más ángeles, espíritus en rebeldía que se unen en la noche para ser libres. Sin los miedos que atenazan a la sociedad, entre los sueños de las locuras, mas allá del pensamiento, mas allá de todo, en medio de la nada del silencio ruidoso, y las palabras sin sonido, ojos que son las ventanas del alma y las puertas del corazón, miro a zoor que esta sonriendo, ya sea porque sonríe, seguramente de mi caos mental, no logro crear la estabilidad, doy mil vueltas alrededor de lo mismo, sin lograr salir a la superficie…… aunque se perfectamente que lo lograre.

De momento sigo con mi caos particular de sentimientos que no llegan a ninguna parte, trato de aferrarme a la sensatez, a la madurez, a

la inteligencia, a la realidad cotidiana de nuestro vivir, todo parece tan difícil. Aunque en mi interior se que no lo es, se que se puede conseguir siendo siempre fiel a uno mismo, encontrando esa armonía que pone a tus sentidos en el camino de la verdad, o lo que tu crees que es tu verdad. Porque nadie esta en posesión de una sola verdad, y todas las verdades son autenticas, aunque no sea la nuestra.

Somos.

Como ovejas en rediles, como marionetas de circo, tal vez ya no haya ningún lugar a donde ir y me aferro tontamente al madero equivocado del sentido común, no se, pero en algo tengo que plasmar y basar la forma inauténtica o no, de vivir la parte que nos corresponde como seres racionales e inteligentes. Me gustaría saber las respuestas a mis propias preguntas.

-zoor ¿puede alguien tener todas las respuestas?

-no, nadie puede, nadie puede asimilar los porques de los porques, siempre habrá otro después de cada respuesta, y siempre se dividirán las opiniones, dependiendo de la boca que lo responda y donde este situada la razón y es estar de esa boca.

En realidad no me importa mucho, somos lo que somos, siempre habrá cosas por descubrir que todavía no tienen ninguna respuesta, y no pararemos, seguiremos indagando seguramente en todo lo que nos rodea, hasta que logremos sin remedio nuestra propia destrucion, nosotros mismos con nuestra curiosa inteligencia, que no se sacia nunca, porque para eso precisamente fue creada, para que se destruya a si misma ¿no?.

-sabes Zoor, me alegro de estar en este paraíso secreto de los sueños, cogi su mano y la apreté fuertemente para seguir caminando, caminamos en silencio hasta el acantilado desde donde se divisaba el mar, allí nos quedamos oyendo sus olas rompiendo contra las rocas, ese susurro que aletarga los pensamientos, ese olor a sal que alimenta el sentido, mientras la luna pone una estela dorada que para la mirada es un placer de dioses.

Suspira mi alma con ese placer.

Zoor, toca para mi por favor.

Zoor me da ese abrazo de oso que mi alma necesita en esos momentos y se va, seguro a coger su guitarra de angel, yo se que le encanta tocar esas dulce melodías que estremecen los sentidos y eleva el alma hasta el infinito.

En esos momento me sentía llena de sentires hermosos, se oia la música envuelta en ese misterio de los sueños hermosos, intimos, de cuentos de hadas y duendecillos, me sentía como una campanilla bailando con el viento y sintiendo la libertad de las mariposas.

Era como si alguien me hubiera inyectado una buena dosis de tranquilidad de paz, me sentí protegida por una fuerza poderosa que llenaba todos los rincones de mi ser, sabia que siempre podría sentirme asi, era la dueña de mis sentidos, de mis sueños, que dentro de mis silencios existía, que dentro de mi soledad estaba también que ambos eran el mismo camino de libertad.

Que en ese camino se encontraba la solución a las tristezas a los miedos a los desasosiegos del alma, que nadie esta solo si logra encontrarlo.

Me encuentro tan bien en mi sueño que se me escapa un suspiro, no puedo evitarlo, y no quiero despertar jamás……..aunque se que eso es imposible, joooo.

Me dejo llevar por ese sopor que hace que pierdas de vista hasta los sueños mas hermosos..

El sonido intenso llenaba mis sentido en un momento no sabia de donde venia pero pronto lo supe, era el despetador, un nuevo dia. Otro dia igual a otro dia y mas días.

Me gustaria quedarme en la cama oyendo los sonidos cotidianos de la mañana