teatro




porque no me da la gana puñetas




En una de las mejores residencias de Barcelona se preparan para recibir a un ilustre jubilado.

Directora - ¿A qué hora dijeron que llegaban?

Enfermera - Sobre las 12 más o menos.

Directora - Pues parece que se retrasan, y por muy señor importante que sea no estamos para perder el tiempo.

Enfermera -No se impaciente señora directora, supongo que están al caer.

Directora -Esperemos que así sea. ¿Has pasado la ronda a los demás?, no estoy muy tranquila, están demasiado amables y eso me huele a que algo traman, ¿te has dado cuenta que no protestan por nada?

Enfermera- Pues ahora que lo dice sí, creo que algo está pasando por sus cabecitas, y seguro que nada bueno, el otro día pillé a Doña Engracia en la cocina con algo escondido, me dijo que era una manzana porque tenía hambre, pero es muy sospechoso.

Directora - ¿Y no la registraste? Sin duda que algo traen entre manos, quiero que las vigiles muy de cerca. Anda, mira a ver si esta ya aquí, solo me faltaba hoy esto. Vaya día que llevo…



Diana la enfermera sale por una de las puertas que da al vestíbulo de la residencia, va deprisa y no ve que alguien vigila sus movimientos  siguiéndola. En esos momentos suena el timbre de la puerta principal, -riiiiinng-.  Apresura sus pasos y abre la puerta.



Enfermera - Buenos días, les estábamos esperando.

Don Pascual - ¿Buenos días? Puñetas…

Marisa -Papa te he dicho que moderes tu lenguaje, ya sabes que no tenemos más remedio que traerte aquí para que estés atendido debidamente, que nosotros salimos  de viaje mañana y no podemos ocuparnos de ti.

Don Pascual - ¿Por eso te acompaña el gilipollas de mi hijo?, a saber a qué pobre desgraciado vais a engañar ahora.

Marisa- Papa, ¡cállate!

Enfermera -No se preocupe,  ya verá que bien lo pasa aquí con gente de su edad. Lo cuidaremos muy bien.

Don pascual- Que no me da la gana, puñetas.



En esos momentos se oyen unas risitas detrás de una cortina, la enfermera hace como si no las hubiera oído y sigue por el vestíbulo hasta la oficina de la directora que espera impaciente.



Enfermera-  Señora directora, ya están aquí.

Directora-  Les esperábamos con impaciencia ¿qué tal el viaje?

Marisa-  Bien, muy bien.

Don Pascual- ¡Y una mierda pinchá en un palo!

Marisa- ¡Papá!

Directora- No se preocupe, ya entrará en razón. Les acompañaré a su habitación y les enseñaré todo con mucho gusto, vera que todo está controlado y con mucha seguridad, aquí se encontrara como en su propia casa, bien cuidado.

Don Pascual- (Haciendo un ademán con las manos) ¡Cojones! (Y de cara a publico  tapándose con la mano)  Otra mierda pa ella si se piensa que me voy a quedar.

Marisa- (Acercándose a su suegro le da un pellizco diciéndole al oído) Si piensas que me vas a arruinar el negocio vas dado, o te callas o les digo que eres maricón y que estás loco para que te aten.

Don Pascual- Puta.

Marisa- (En voz alta) Yo también le quiero mucho suegro, ya lo sabe, ¿qué no haría yo por ti?

Directora- Como se nota que están muy unidos, que bonito.



Salen del despacho, el último Don Pascual refunfuñando al público.

 Don Pascual- Putas y gilipollas. Puñetas más que puñetas, lo tienen claro si piensan que me voy a quedar aquí, antes me los cargo. (Saca del bolsillo una pistola acariciándola) Esta se encargará. (Sale riéndose entre dientes)



Aparecen por la otra puerta cuatro abuelas que habían estado escuchando tras de la puerta.



Petra- Este tiene todos los cojones del mundo, que tío, seguro que es de Madrid.

Montserrat- No tienes ni idea, tiene la valentía y la fuerza de ser catalán y seguro que es del Barça. A propósito merengona, te he contado el chiste del culé que se está muriendo y le dice a sus hijos que desea que se cumpla su último deseo, cuando sus hijos le preguntan que cual es ese deseo él dice que ser socio del Madrid, los hijos creen que ha vuelto loco, pero él insiste quiero ser socio del Madrid, vale y ahora dinos porqué, porque si voy a morir prefiero que se muera un socio del Madrid, que uno del Barça  jajajaja.

Petra- Muy graciosa culera…

Montserrat- Culé se dice culé, inculta.

Petra- Pues eso culera.

La Romi- Ostias, este es de los míos, vamos a brindar que esto va a ser divertido, ya era hora jajaja (Saca una botella de anís y le echa un trago pasando la botella y el porro) Tengo que decirle a mi nieta que necesito munición. Este tío me gusta, nos ayudará con el plan.

Palmi- Seguro que todo esto es una locura, no saldrá bien, Santo Dios. (Y se santigua). Virgen María santísima de la Concepción.

La Romi- Palmirita guapa, tu a tus santos, que se te ha escapado uno, anda y búscalo. Toma, bebe para ver bien que esto aclara la vista (le pasa la botella y esta le echa un buen trago  y sonríe con cara de boba). ¿Ves? ¿A qué ahora lo ves mejor?

Palmi- Si, mucho mejor. (Y le echa otro trago)

La Romi- Bueno ya está bien, que serás muy tonta, pero te gusta darle al pirriaqui. (Y le quita la botella de las manos mientras se ríen todas encaminándose hacia la puerta)



En la puerta tropiezan con la señora de la limpieza que viene cantando una copla a pleno pulmón (María de la o), con los cascos puestos y el mocho en la mano.



Petra- Joder Mati

Mati- ¿Dónde vais todas juntas a estas horas? Miedo me dais.

Montserrat- Hay novedades Mati, tenemos que contarte, tienes que ayudarnos.

La Romi- Anda toma un traguito y vente que te pondremos al día. (Le pasa la botella)

Palmi- Eso eso, que pase la botella. (Y se santigua) Ay Dios mío, esto no saldrá bien. (Y le quita la botella a la Mati dando un buen trago)

La Romi- Joder con Santa Palmirita, que cachonda nos ha salido jajajajaja (salen riéndose todas)



Por la puerta entran mirando a todas partes, la Susana y su amiga  Puchi, las nietas de la Romi con dos bolsas del supermercado, cada una llenas de ropa y botellas de anís, tabaco y golosinas.



Susana- Jooo tía Puchi lo que nos ha costado entrar con ese conserje que nunca se va, si no es porque tiramos la piedra al coche no se mueve el tío.

Puchi- Es verdad Susi, ya me estaba meando, ¿dónde estará aquí el lavabo?

Susana- No se tía, pero tenemos que buscar a la abuela, verás que contenta se va a poner con todo lo que traemos.

Puchi- Seguro… jajajaja con lo guapo que es todo. Anda, pásame el porro jo, que está ya consumido.



 En eso se oyen voces en susurros como si alguien no quisiera que se oyera su conversación.



Susana- Viene alguien,  ¿qué hacemos?

Puchi- Joder tía, nos escondemos. (Y mira a todos lados buscando el lugar adecuado)

Susana- Corre,  detrás de las cortinas. (Y arrastran las bolsas con ellas escondiéndose detrás de las cortinas)

Puchi- Apaga el cigarro tía que nos van a descubrir.

Susana- Vale,  pero no me pises tía.    



Por la puerta entran la directora y la nuera hablando en voz bajita.



Directora- No te preocupes Marisa, ya verás que todo va a salir bien, solo tenemos que hacerle firmar los papeles.

Marisa- Pero si eso es lo que me da miedo, es un viejo que no se fía de nadie, creo que tiene la mosca detrás de la oreja.

Directora- Torres más altas han caído, y dime ¿de qué cantidad estaríamos hablando?

Marisa- De muchos millones, el viejo está forrado.

Directora- ¿Y su hijo no sospecha nada?

Marisa- Que va, salió de viaje por muchos meses, tiene que resolver algo en la otra parte del mundo jajajaja.  Pobrecito,  que tonto llega a ser, solo ve por mis ojos, se cree todo lo que le digo sin poner la mínima duda jajajaja.

Directora- Jajajaja  si lo hiciste muy bien, el último golpe nos falló, pero este saldrá perfecto ya lo verás jajaja (Y salen las dos riendo de la sala)



De detrás de la cortinas sale una mano y luego una cabeza con la sorpresa reflejada



Susana- Jopelines, que tías, se quieren cargar a un abuelo.  Hay que avisar a la abuela.

Puchi- Vamos tía, que fuerte que fuerte… Coge todas las bolsas, la abuela tenía razón, aquí pasan cosas raras.

Susana- Y que lo digas jo, corre debe estar en el jardín a estas horas. (Y salen por una de las puertas que da al jardín)



Entra Don Pascual con la mochila mirando a todas partes como buscando algo.



Don Pascual-  ¿Dónde cojones puedo esconder la mochila y la pistola para que no la encuentren hasta que tenga que usarla? A ver, tiene que ser un lugar que este a la vista de todos para que no la busquen.



En eso que entran las cuatro abuelas.



Petra- ¡Está aquí! Chicas esta aquí.  El tío con más cojones del mundo.

La Romi- Choca esos cinco tío, tenemos que hablar. Anda, dale un buen trago al chinchón que tenemos que decirte algo importante.

Palmira- Eso eso,  que rule el chinchón. Ay dios mío, esto no puede salir bien. Virgen santísima del amor hermoso (se santigua, le quita la botella a la Romi y da un buen trago).

Montserrat- Palmirita hija, deja los santos en paz, dale la botella a nuestro amigo que tenemos que decirle algo muy importante.

Palmira- Santa María, esto es una locura.

Don Pascual- (Dándole un trago a la botella) Bueno bueno, primero tenéis que ayudarme vosotras a mí, luego ya  me contareis lo vuestro.

Petra- Eso está hecho, cuenta. Pero antes te diremos que tenemos un plan para escapar.

Don Pascual- Contar conmigo, por supuesto eso está hecho.

Palmi- Ay Dios mío, esto no puede salir bien, Santa Margarita de los juncos verdes. Anda, dame la botella que tengo la boca seca (le da un traguito) Ay virgencita de los pies descalzos...

La Romi- jajaja Esta no cuenta que lleva mucha gente con ella.

Montserrat- Y tú, ¿de dónde eres macho?

Don Pascual- De Bilbao.

Montserrat- Seguro que eres del barça, con dos cojones.

Petra- No seas idiota, este es del Madrid, como Dios manda.

Don pascual-sintiéndolo mucho señoras mías, yo soy del Atlético de Bilbao, hasta la muerte.

La romi-chuparos esa jajajaja este es de la cantera de los míos, os ha jodío bien jodías… pero sin gusto jajaja

Don Pascual- Bueno, vamos a lo que vamos, primero tenéis que ayudarme a mí. Veréis, necesito esconder esta mochila y esta pistola, hasta el momento de utilizarla si es preciso, y como no conozco el lugar no sé dónde puedo hacerlo para que este segura y nadie pueda encontrarla.

Petra- Eso está hecho, pensemos.

Montserrat- Ya lo tengo, en el cuarto de las calderas, allí nadie entra, solo hay trastos viejos.

La Romi- Claro, por eso te gusta ir a ti jajajaja, a ver a las momias como tu jajaja.

Palmi- Ay Dios mío de mis entretelas, esta locura no puede salir bien, seguro que nos pillan, Santa Perpetua de los cansinos pies, ayúdanos.

Petra- Palmirita guapa, escúchame, cuando escapemos tendrás que cerrar a todos tus santos en tu chuminequi ¿vale?

Palmi- Ay Dios mío. (santiguándose)

La Romi- A ese también, y a las vírgenes para que cuiden de todos. Toma, dale otro traguito.

Palmi- Eso eso, dame otro traguito a ver si cojo fuerzas para todo esto.  Ay virgen de la misericordia escondía, ¿que pasará?

Don Pascual y Montserrat a la vez- Que jodía la beata.

Palmi- Eso también, a joder a joder. Ay Dios mío de los caminos vacios, que la jodienda no tiene enmienda, y si hay que joder se jode y en paz.

Petra- Coño que se nos despendola la beata, a la vejez viruelas.

Don Pascual- Bueno vamos al grano, primero escondemos la pistola y el dinero, y luego estudiamos la huida.

La Romi- Vale vamos, con mucho cuidado para no hacer mucho ruido.

Montserrat- Yo vigilaré hasta que salgáis todos, luego os seguiré.



Van saliendo arrastrando a la palmi que sigue con la botella en la mano.

Se oye un golpe muy fuerte cuando han salido y una voz entre las cortinas: “¡Hostias! que se nos ha escoñao la beata.” “Ay dios mío que me he matao.”

Entran la enfermera y la directora con la nuera.



Directora- ¿Qué habrá sido ese golpe?

Enfermera- Supongo que la señora de la limpieza, como siempre está en las nubes, habrá roto algo seguro.

Marisa- Como podéis tener aquí a gente tan inútil, seguro que es un desastre.

Directora- Si, pero casi no la pagamos nada, porque está aquí su madre y trabaja solo por la mantención, ¿tu que te crees?

Marisa- jajajaja mira que eres lista, casi tan lista como yo.



Salen por la puerta riéndose.

Entran en escena las dos nietas de la Romi.



Susana- Ya estoy hasta las narices de buscar a la abuela.

Puchi- Jooo y yo sigo meándome, jopelines tía.



En esos momentos entra por la puerta la Mati barriendo el suelo y cantando a viva voz su canción preferida María de la o, como no esperaba encontrar a nadie se da un susto de muerte, porque las nietas de la mati van vestidas de punkis con los pelos de colorines y los pantalones a su aire.



Mati- ¡Aaahhh!, que susto madre mía.

Susana- Jo tía, que no es pa tanto

Puchi- Por poco la diñas tía, jajajaja

Mati- Y que lo digas niña, y que lo digas, madre mía que susto más tonto.

Susana- Dale un traguito Puchi a ver si se le pasa, toma Mati échale una caladita anda. (Le pasa el cigarrito y la botella de chinchón que lleva en una de las bolsas de su abuela.)

Puchi- ¿Sabes dónde está la abuela y sus amigas?

Mati- Estaban aquí hace un rato, ahora no sé donde pueden estar.

Susana- Mati tenemos que contarle algo que hemos descubierto aquí, es muy fuerte, creo que la directora quiere deshacerse de alguien y quitarle todo el dinero, lo oímos cuando estábamos detrás de la cortina escondidas.

Puchi- Quieren que firme algo, seguro que luego se lo cargan.

Mati- Madre mía niñas, ¿seguro que lo oísteis bien?

Susana- Claro que si con estas orejitas lo oímos perfectamente.

Mati- Tendremos que estar muy vigilantes, madre mía madre mía, ¿y a quién puede ser?

Puchi- Creo que es uno nuevo que ha entrado hoy.

Susana- Y está conchamada con la nuera, las vimos a las dos dale que te pego, y además se reían las muy putas.

Mati- Esa boquita niña, anda vamos a buscar a tu abuela para que avise al pobre hombre de lo que pasa, coger las bolsas. (Va a coger una bolsa) Jolín, ¿qué lleváis aquí que pesa tanto?,

Puchi- Las ropas de camuflaje de la abuela y sus amigas. (Y saca una camisa de colorines y una peluca de hippies de colores)

Mati- Ay madre mía, ¿eso es lo que queréis que se pongan? jajajaja

Susana- ¿A qué te gustan? Y nos ha costado casi nada, ¿a que es guay?

Mati- Si si si, muy guay muy guay jajajaja anda vamos a ver si las encontramos enseguida antes que pase una desgracia.



Salen arrastrando las bolsas de plástico. Entran por la otra puerta los cinco abuelos.



Don Pascual- Bueno, la pistola y el dinero ya están en un lugar seguro, ahora vamos con el plan de fuga, ¿que habéis pensado?

La Romi- Pues verás, mis nietas nos traerán ropa de camuflaje para pasar desapercibidas, habíamos pensado hacerlo esta noche, cuando nos den las pastillas de dormir, las vaciaremos en un vaso para la enfermera así se dormirá como un tronco y tendremos vía libre, robaremos las llaves a la Mati, yo sé donde las deja cuando limpia, y a media noche nos largaremos. ¿Qué te parece?

Petra- Yo me encargare de la vigilancia.

Montserrat- Yo soy la encargada de las pastillas, para que se las beba la enfermera.

Palmi- Ay Dios mío, se me ha olvidado lo que tengo que hacer yo, virgen María de los maremotos, esto no puede salir bien, Santa  Engracia de las desgracias, esto es una locura.

Todos  a la vez- ¡Cállate!

Palmi- (por lo bajini y santiguándose) Santa Susana mártir, San Nicolás,  San Jerónimo de los ojos vueltos, San Gervasio, San Petronilo. (Le echa otro trago a la botella y da un suspiro) Santos justo y pastor.

Todos a la vez- ¡Que te calles! Puñetas.

Don Pascual- Yo me encargaré de vuestra retaguardia con la pistola, recogeré el dinero y os seguiré.

La Romi- Bien, entonces vamos a mi habitación a ultimar los detalles.  ¿Estáis de acuerdo?

Petra- Claro, acordaros de las libretas de ahorro.

Montserrat- Y tant, esa a mí nunca se me olvida.

Palmi- Que será lo que tengo yo que hacer. Ay dios mío, que no me acuerdo. Jooo esto no va a salir bien seguro.



Salen de la sala hablando entre ellos.

Entra la directora y la nuera de Don Pascual.



Marisa- Hay que hacerle firmar cuanto antes.

Directora- Tranquila, lo sé lo sé, hoy es un buen día. Recién entrado hay que firmar siempre algo. Dame el papel que tiene que firmar.

Marisa- (sacando un documento de la carpeta que lleva) Toma es este.

Directora- Vale, ahora déjame sola y dile a Diana que venga que la espero aquí.

Marisa- Vale y recuérdalo, si firma seremos millonarias de por vida.

Directora- No te preocupes,  firmará o tomaremos graves medidas.



Marisa sale para llamar a diana la enfermera, que acude a la sala donde la espera la directora.



Enfermera- Dígame, señora directora.

Directora- Llama a Don Pascual, dile que venga que tiene que firmar su ingreso en la residencia.

Enfermera- De acuerdo, ahora voy.  (Sale de la sala dejando a la directora sola)

Directora- Esto va a ser la bomba, mmm… ya me estoy imaginando en las playas de arenita blanca , bajo una palmera con dos buenos ejemplares a mi lado, y todo depende del demente del viejo tozudo, pero ya me las arreglaré yo, si no por las buenas  pues por las malas. Le pondré una inyección y le llevaré la mano para que firme, luego diré que está muy senil y necesita sanatorio de por vida jajajajaja eso no se me puede escapar. Hasta puedo pasarme un poquito y decir que se ha suicidado jajajajaja, ya veremos, de momento está aquí ya.

Enfermera- Señora directora, no puedo encontrarlo por ningún lado.

Directora- Pues sigue buscando, no puede haber salido de la residencia. Sigue buscándolo y llévalo a mi despacho estaré allí toda la tarde.

Enfermera- De acuerdo, lo llevare allí cuando lo encuentre.



Salen las dos, y entran en escena los abuelos y las nietas de la Romi.



Susana- Abuela,  que te digo la verdad,  lo oímos cuando estábamos escondidas tras de la cortina.

Puchi- Es verdad abuela, son dos buitres.

La Romi- Que cabronas.

Montserrat- No fotis, que fuerte, seguro que al que quieren cargarse es a ti Pascual.

Don Pascual- Si, lo sé muy bien, es cosa de mi nuera, quiere mi dinero.

Petra- Que hija de puta.

Don Pascual- No lo sabéis vosotras bien.

La Romi- Hay que hacer algo, no te preocupes Pascual,  les daremos su merecido.

Don Pascual- Lo que no saben ellas es que me he llevado todo el dinero y las cuentas las he traspasado a un paraíso fiscal.

Petra- Cojonudo tío, que se jodan.

Montserrat- Que bien pensado.

Susana- Joo que tío, tu sí que sabes.

Puchi- Y que lo digas, choca esos cinco.

Palmi- Ay San Francisco de los quebraos, Santa Lucía de los ojos en el plato, San Pedro de las torcías, que esto no puede salir bien.

Todos- ¡Que te calles!

Palmi- (por lo bajini) Virgen de las tormentas blancas, que situación…

La Romi- Palmirita guapa, dale un traguito a tu amiga la botella de chinchón y vigila la puerta por si viene alguien que no nos pille.

Puchi- Yo voy con ella abuela, que no me fio ni un pelo. Y con la botella en la mano menos.

Petra- Si anda hija, que la palmi de esta la palma jajaja.



Salen y se ponen en la puerta.



Don Pascual- Bueno pues si la Palmi la palma la palmará agustito y contenta digo yo jajajaja.

Montserrat- Desde luego, como unas castañuelas sevillanas.

Petra- ¿Tienes algo en contra de las castañuelas sevillanas culera?

Montserrat- Yo no, que va merengona. ¡Y se dice culé!

Petra- Pues eso, culera jajaja.

Don Pascual- Bueno, vamos al grano chicas, ¿a qué hora se dan las pastillas de dormir?

La Romi- Sobre las ocho más o menos. Después de la cena.

Don Pascual- Vale entonces, ¿las recogemos todas y se las pasamos a la Montserrat no?

Montserrat-Yo pasaré por las habitaciones recogiéndolas todas, luego buscaré a la enfermera y se las haré beber en un vaso de limonada.

Petra- ¿Y cómo lo harás?

Montserrat- Ya me las ingeniaré, le diré que estoy nostálgica y deprimida y que necesito compañía, que vosotros estáis ya dormidos.

Don Pascual- Que buena idea has tenido, sí señor.

Petra- No, si de vez en cuando la catalana le da al coco.

Montserrat- No como otras que tienen el cerebro en el chumino.

La Romi- jajaja pero si entre las dos formáis medio cerebro jajaja.

Petra- Mira quien fue a hablar la que tiene las neuronas jugando  al tute.

Don Pascual- Chicas chicas, vamos a lo que interesa y a quedar atado el asunto.

Todas- Vale vale.

Don Pascual-  Mientras la Montse le da las pastillas a la enfermera yo recogeré la pistola y el dinero.

La Romi- Y yo cogeré las llaves de la puerta de la Mati. Niña, (dirigiéndose a Susana) ¿habéis traído ropa de camuflaje para todos?

Susana- Si abuela. Ya verás que guapa. Nosotros nos encargaremos de llevar a cada una la suya, lo que pasa que no contábamos con Don Pascual, tendrá que vestirse de mujer, jajaja.

La Romi- ¿Y habéis traído suministro para el camino?

Susana- Claro abuela lo cogimos prestado del supermercado.

La Romi- Guay, esas son mis niñas, como su abuela.

Susana- Abuela, todo esto mola mogollón.

Don Pascual- No hagáis tanto ruido puñetas, o nos descubrirán los buitres y estarán aquí en un santiamén.



Entran corriendo  la Puchi y la palmi.



Puchi- Que vienen que vienen, disimular como podáis.



Todos buscan por la sala algo para disimular tropezándose entre ellos, descubren la baraja de cartas y se ponen alrededor de la mesa.





Palmi- (Que todavía anda dando vueltas por la sala sin saber qué hacer.)  Ay señor mío del corazón destrozado, Santa  Dorotea de los desamparados, Santa Isabel de los pechos tiesos, ay madre mía que no se lo que digo ya.

Todos- ¡Cállate!



 Entra en la sala la enfermera.



Enfermera- Don Pascual, la directora quiere verle.

Don Pascual- Y se puede saber para qué.

Enfermera- Tiene que firmar algún papel de la residencia.

Don Pascual- De la residencia ¿eh? ya...

Enfermera- Si, eso creo.

Don Pascual- Vale, dile que voy enseguida. Que tengo  que ir a mear y luego voy corriendo.

Enfermera- Vale, confió en usted.

Don Pascual- Confía confía... 



La enfermera sale apuntándole con el dedo.



La Romi- Que cabronas.

Petra- Que poco han tardado las muy putas.

Don Pascual- Esto lo acabo yo en un momento, voy a por mi pistola.

Montserrat- De eso nada, no te compliques la vida, iremos todas contigo a ver si se atreve  a algo.

Susana- Eso eso, vamos a por ellas, coño.

Palmira- Eso, vamos a por los madroños.



Salen todos por la puerta riéndose y repitiendo lo de los madroños.



Petra- A lo mejor se piensa la directora que vamos a ir a su despacho, que espere sentadita la jodía. (Y sale la última riéndose)



Entra la directora y la Marisa, van muy enfadadas, la directora lleva una nota en la mano y se la va leyendo a Marisa.



Directora- (Leyendo) Le comunico que no puedo acudir a su despacho porque estoy indispuesto, mañana le firmaré todo lo que quiera.

Marisa- Pero que se habrá creído este viejo chocho, ¿que se va a burlar de mi?, ya sabía yo que sería un hueso duro de roer, pero me las pagara caro, ya lo creo.

Directora- Ya veremos si es tan duro como cree, tengo un plan.

Marisa- ¿Qué piensas hacer?

Directora- Esta noche le daremos doble ración de pastillas para dormir, (Sonríe) para que se duerma tan profundamente que podamos manipular sus manos como queramos y veras si firma.

Marisa- Yo puedo escribir su firma con su mano así será autentica, la he ensayado durante mucho tiempo, me sale perfecta, como crees que cobraba los cheques jajajaja.

Directora- Que astuta Marisa. Viejo tozudo y cabezón. ( sale a la puerta y llama a la enfermera) ¡Diana ven aquí!

Entra Diana secándose las manos con el delantal blanco.

Enfermera- ¿Quería algo señora directora?

Directora- Don Pascual está muy nervioso esta noche, dale doble ración de pastillas para dormir.

Enfermera- ¿Y a los demás?

Directora- También, así no le pondrán más nervioso ellas, y de paso estarán ellas también. (Salen las tres rondinando contra Don Pascual)



Son las ocho de la noche, entra la enfermera con la bandeja de las medicinas y dos jarras una de agua y otra de limonada.



Enfermera- Veamos, hoy doble ración de pastillas para todos, sigo pensando que es mucho, pero como quien manda manda, pues yo a obedecer, no creo que les haga mucho mal que duerman un poquito más. (sale)

Entra la Montserrat, y se da un susto de muerte en la oscuridad.



Montserrat- Aaaahhh (grito)

Mati- Aaaahhh (grito)

Montserrat- ¿Tu qué haces aquí?

Mati- Vigilo, no vaya a ser que sea mi madre a la que se quieren cargar, como no paga, igual les estorba.

Montserrat- No que va, es a Don Pascual al que quieren eliminar, quieren quedarse con todo su dinero. Sin ir más lejos esta tarde querían hacerle firmar papeles.

Mati- Que malas putas.

Montserrat- Y que lo digas. Bueno verás, te contaré nuestro plan, así nos hechas una mano.

Mati- Eso está hecho, pero mi madre y yo también nos vamos con vosotras.

Montserrat- Bueno, así seremos más, ayúdame con las pastillas, hay que recogerlas todas. (Salen las dos)



Entra Don Pascual, que va a buscar la pistola y el dinero, va mirando a todas partes.



Don Pascual- Ahora es el momento. (Sale)

Entra la enfermera que ya ha entregado todas las pastillas y se sienta en la mesa con un vaso de limonada  se estira desperezándose y dando un sonoro suspiro.



Enfermera- Es el mejor rato del día, cuando todos duermen. (Entra Montserrat con el vaso vacio).

Montserrat- Diana, se me ha vertido el vaso de limonada, ¿puedes traerme otro para tomar mis pastillas? Por favor.

Enfermera- Claro que si, espera aquí. (Sale con el vaso vacio dejando el suyo en la mesa)



 Montserrat aprovecha y le pone todas las pastillas de todos en el vaso. Entra la enfermera con el vaso lleno de limonada y se lo da a Montserrat.



Montserrat-  Gracias,  eres muy amable, ahora me iré a tomarme mis pastillas y a dormir. (Sale)



La enfermera regresa a la mesa y se bebe todo el vaso de limonada de un tirón. Mira unos papeles y bosteza seguidamente, luego se queda dormida sobre la mesa.

Entran todos en la sala riéndose todos van vestidos con las ropas de camuflaje a cual más ridícula y con mayores colores, se ríen de Don Pascual que lleva ropas de mujer hippies, con la mochila del dinero y la pistola en la mano.

Don Pascual- Dejar de reíros y vámonos, ¿quién tenía la llave de la puerta?

La Romi- (mirando a la enfermera dormida, acercándose a ella y cogiendo su brazo que se cae) ¿Qué hacemos con esta, parece muerta?

Petra- No jodas, a ver si la hemos matao.

Susana- (Acercándose a su abuela) Pues no podemos correr riesgos, nos delataría al momento y no tendríamos tiempo de nada, hay que llevársela con nosotros.

Puchi- Pero si está muerta.

Palmira- Ay Dios mío, esto es un castigo del cielo, virgen del Consuelo, San Andrés de los montes, San Torcuato de los naranjos, virgen de las tormentas de verano…

Todos- ¡Cállate!

La Romi- Te dije Palmirita que durante la huida te metieras a todos los santos en el chuminiqui, así que métetelos y no los saques hasta que estemos lejos.

Palmira- (Por lo bajini) Ay Dios mío, esto no puede salir bien.

Don Pascual- Vamos, hemos perdido demasiado tiempo, cargaremos a esa, y la dejaremos en cualquier parte para que la encuentren. (se acerca a la enfermera y la carga arrastrándola) Vamos, echarme una mano, puñetas.

Petra- Vamos allá, con dos cojones, ir abriendo las puertas pero en silencio.

Se oye un ruido en el pasillo y todos corren a esconderse llevándose arrastrando a la enfermera. Entra la mati seguida de una abuela con un tacataca.



Mati- Vamos mamá, seguro que ya se han ido sin nosotros, corre corre.

Madre de Mati- Si ya corro, si ya corro.

Montserrat- (Saliendo de detrás de la cortina) Collons si es la mati y su madre. Venga ya estamos todos, vámonos.



Se vuelve a oír un ruido en el pasillo, y vuelven a esconderse llevando arrastrando a la enfermera. Todos se esconden menos la abuela del taca taca que no llega a tiempo y es descubierta por la directora que entraba en esos momentos.



Directora- Manuela, ¿qué diablos estás haciendo aquí?, ¿porqué no estás durmiendo? ¿No te dieron la pastilla?

Manuela- Puta más que puta, lo sé todo, eres una estafadora que quiere sacar los cuartos a todos los abuelos de la residencia.

Directora- ¿Ah sí? Y quien me va a delatar ¿tu?, vieja chocha (saca del bolsillo una inyección)

Manuela- Era eso, ibas a matar a Don Pascual con una inyección, mala pécora, bicho que eres un bicho.

Directora- Mira tú por dónde, me voy a librar de dos a la vez (y se acerca con la inyección en las manos y una sonrisa en la boca)

Don Pascual- (sale con la pistola en la mano) Si das un paso más te pego un tiro.

Directora- Tú, ¿y cuántos más?

La Romi- (Saliendo con todos los demás) Y todas nosotras.

Don Pascual- Vamos  a atarla, ha cambiado el plan, ahora la tenemos nosotros, mi nuera no tardará en venir, seguro iban a hacerlo esta noche, esperaremos y la cazaremos también a ella.

Petra- Eso está hecho, cojonudo tío.

Montserrat- Ahora solo tenemos que esperar, Palmirita guapa pásame la botella de chinchón. (Se la pasa pero esta casi vacía) Que cachonda pero si la tiene vacía ya.

La Romi- No jodas, (y lo comprueba) anda pero si es verdad. Niña, trae otra botella.

Palmi- Eso eso, vamos a la guerra, ay dios mío, Santo Manuel de los pelos canos, esto es una locura, Santa Domitila de los canarios.

Todos- ¡Que te calles!



En eso se oye el timbre de la puerta.



Mati- Yo iré a abrir como si no pasara nada, esconderos que no vea nada fuera de su sitio (todos se esconden dejando sola a la directora atada y amordazada en la silla)

Marisa- (Entrando)  ¿Dónde estás?

Don Pascual- (Saliendo detrás de ella con la pistola en la mano) Aquí, estoy aquí. Chicas salir, tenemos trabajo. (Salen todas riendo y bailando alrededor da la nuera) Venga atarla también, llamemos a la policía y larguémonos.

(En eso suena el teléfono y don pascual lo coge) ¿Dígame?  (Breve silencio) Hijo no, estoy bien, no te preocupes, ya te lo contaré todo, llama a la policía y dile que en la habitación 121 están todos las pruebas contra las dos personas que encontrarán atadas en la sala de la residencia. Si estoy bien, eso era un cuento de ella, ya te contare hijo ya, bueno te mandare una postal de algún sitio bonito.

La policía esta avisada vámonos. (Todos aplauden y van saliendo entre bromas y risas) Dejar la inyección entre las dos, yo dejaré la pistola limpia de mis huellas cerca también.

Palmi- Esto no puede salir bien Santo domingo de las catiuscas, Santa Teresita del niño Jesús. (las nietas le ponen una cinta en la boca y la llevan arrastras).

Petra- La muerta, que se nos olvida la muerta.

Montserrat- Pues cojámosla y vámonos (la arrastran de nuevo saliendo con ella.)

Mati- Corre mama, corre.

Manuela- Ya corro ya corro, voy como las balas.

Salen todos, y entran la policía y el hijo de Don Pascual, que encuentran sobre la mesa la pistola y el sobre con las pruebas. Mientras se oye una voz en off.

Petra- Culera, esta noche os daremos una buena paliza.

Montserrat- Tu estas soñando, merengona.

La Romi- ¿Te acordaste de darle la viagra a Pascual? Que esta noche me toca a miiiiiiiiii jajaja

Mati- Mamá date prisa, que somos las últimas pa todo.

Manuela- Ya voy, ya voy…



FIN