caminan de la mano, apresurados,
por el camino incierto de lo inesperado,
el tiempo de las lunas viajeras que tiemblan,
y el espacio de las noches estrellada, doradas,
sobre blancas espumas de mares en calma,
juegan su vieja partida de verdades y mentiras,
sobre el tablero de los destinos, muertes y vidas,
fantasmadas de hipocresías, manos vacías, duras y frías,
guantes de sedas, peanas de piedras,
ídolos de barro bajo una lluvia de aplausos,
huellas dejadas de pies descalzos, heridos, sangrando,
piedras dejadas a propósito en los caminos mas alejados,
cubiertas por los yerbajos entre los guijarros,
estrellas llorosas por cuerpos abandonados,ahogados,
por las palabras que dictan los labios
de pensamientos humanos, gritos en las noches del silencio,
cuando galopan los caballos, y ladran los perros de los collares dorados,
horas muertas de sentimientos ahogados,
que llevan su partida a los elegantes despachos de guante blanco,
caminando de la mano, apresurados, bonitos lobos aullando,
por el mismo camino que fueron los callados, los abandonados,
los maltratados, con destinos inacabados,
en manos de los jugadores de los tiempos y los espacios marcados,
en el viejo teatro del nacer para morir en un breve dormir.
viejos espectadores del existir en el vivir....
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