angeles

26
   
sucedio, en aquel rosal bajo mi ventana,
el hermoso jilguero, alegre y feliz cantaba,
mirando embobado a su dulce rosita blanca,
ella, coqueta, meciendo su talle al viento, escuchaba,
abriendo sus hojas, bailando con gracia,
al son amado de tan feliz mensaje, acariciando,
ese dulce trinar, como el viento a las olas del mar,
dejandose llevar, por ese enamorado y tierno cantar,
entre trino y trino, dejaba caer un suspiro,
acariciando meloso los petalos nacarados, sedosos,
pensando, en su rosita de ojitos con reflejos dorados,
que miraban apasionados, al jilguero enamorado,
cuanto amor se respiraba, en aquel rosal bajo mi ventana,
en el cielo, un coro de serafines, acompañaban ese te quiero,
mientras se cimbreaba bailando, entre el jazmin y el romero,
orgullosa, al contacto de su jilguero, que acariciaba su talle,
con besos emocionados y tiernos, envidiosa de ese amor,
 me asomaba a la ventana,y soñaba que era yo, aquella rosita blanca,
mas un dia de ilusion cuando mas brillaba el sol,
una mano traicionera a la rosita corto,
mientras llora entristecido el pajarillo cantor,
la rosa en aquella mano, al jilguero manda un beso,
 dejando caer sus hojas, con lagrimas de su pecho,
adios le dice a su amor, desde la mano enguantada,
y el jilguero enamorado gime al adios de su amada,
y en el nuevo amanecer al despertar la mañana,
se oye el triste trinar, bajo la misma ventana, y,
dentro en algun lugar lloraba la rosa blanca,
en algun triste jarron decorando otra ventana,
sueña con el dulce amor, de su jilguero cantor,
mientras marchita su vida olvidada en un rincon, llora,
oyendo lejano al viento, que se llevaba sus hojas,
a los pies de aquel rosal, donde su amado esperaba,
para llevarse en su pico los petalos de su amada,
a algun lugar en el cielo, donde se aman las almas,